Páginas

viernes, 12 de enero de 2018

Caja Negra: La Llamada de los dioses - Sesión 24

Con esta entrada prosigo con el diario de campaña de La Llamada de los dioses que estoy arbitrando para mi grupo de juego habitual de La Cofradía del rol, para leer las sesiones de campaña anteriores podéis seguir estos enlaces: #1 #2 #3 #4 #5 #6 #7 #8 #9 #10 #11 #12 #13 #14 #15 #16 #17 #18 #19 #20 #21 #22 #23

Fotografía por Cristal21 (Pixabay / CC0)

Como siempre recordaros que es probable que encontréis spoilers, por lo que si estáis jugando esta campaña o vais a hacerlo es probable que no queráis leer más allá de este punto (o sí, vete a saber).

Para redactar la crónica de esta sesión de juego conté con la ayuda de Amaia, que ejerció de escribana durante su desarrollo.

Tras los sucesos acontecidos durante la sesión anterior ha llegado el momento de conocer cual fue la visión que experimentó Alanna tras mirar dentro del cristal defendido con tanta saña por la criatura draconil que acechaba en la mágica oscuridad. La respuesta a dicho misterio es la visión de una crisálida de cristal en medio de una sala en la que abundan los libros dispuestos en anaqueles y sólidas estanterías, libros que deben contener secretos o informaciones que quien sabe, quizás les puedan ser útiles.

Antes de proseguir el camino el grupo decidió que era conveniente proteger de algún modo la esfera de cristal, que volvía a estar colocada en el pedestal. Para ello Hassba propuso rodear el pedestal de clavos envenenados, algo que al joven Flynn consideró adecuado dadas las circunstancias.

Cuando ya estuvieron dispuestos para retomar su misión se dieron cuenta que en una sala cercana se encontraban 3 clérigos y 4 orcos, por lo que todos los miembros del grupo (menos Belacqua, que decidió esconderse) se disfrazaron de clérigos aprovechando las túnicas que los antiguos integrantes del grupo habían recogido en el transcurso de sus andanzas durante las sesiones anteriores. Este hecho les permitió pasar desapercibidos y seguir su camino hasta que se encontraron con una empalizada protegida por un ogro al que Hassba y Luna intentaron engañar aprovechando sus túnicas negras para darle falsas órdenes como por ejemplo que abandonara su cometido, pero parece que no fueron demasiado convincentes, ya que tanto a él como a su colega del otro lado, que asomó su horrible jeta por la puerta entreabierta de la empalizada, no les pareció adecuado abandonar sus puestos de guardia.

Viendo que era imposible hacerles desistir de su férrea dedicación los personajes decidieron usar métodos más directos, por lo que pronto se entabló un combate en el que Hassba demostró su profesionalidad ayudando a acabar con los dos ogros, sin embargo no ha sido una acción demasiado tranquila, por lo que el ruido ocasionado hace que pronto se presente el grupo de monjes y orcos que habían dejado atrás se presente y les exija saber que es lo que estaba ocurriendo, momento en el que Hassba intentó engañarles diciendo que llevaban a Belacqua como prisionera, sin éxito alguno ya que no se tragaron la mentida lo que les llevó a un nuevo enfrentamiento que fue inaugurado por Luna matando de un solo golpe a uno de los orcos (¡buena tirada!).

El combate que se produjo a continuación tuvo unos resultados e incidencias realmente variopintos, ya que un orco sacó una pifia y mato a uno de los clérigos con un solo golpe mientras que los otros clérigos fueron más eficientes paralizando a Luna con sus hechizos y a Hassba se le estropeó su ballesta. Belacqua decidió acabar rápidamente con la situación usando su hechizo Dormir para afectar a todos, quedando dormidos Alanna y todos los enemigos exceptuando uno de los clérigos, momento que aprovecho Luna para usar una vez más sus misteriosas capacidades aún y estando paralizada para matar a todos los clérigos y a uno de los orcos, siendo el signo más visible de su condición el hecho de que les empezara a manar sangre por la boca y la nariz. Poco después Alanna consiguió salir de su letargo y rápidamente acabó con uno de los orcos mediante un buen espadazo, y Luna, ya libre del hechizo de Parálisis, consiguió abatir al otro orco que huía con una flecha certera en su espalda.

Mientras el grupo registraba los cadáveres en busca de tesoros u otros objetos que les puedan ser útiles Luna recordó un detalle que le había pasado desapercibido, y es que las iniciales TG que había visto trazadas con sangre en uno de las puertas con forma de cabeza demoníaca podría corresponder al Teniente Gascón, un compañero de armas de sus tiempos en el Sombra Rauda y al que creían muerto...

Jaskinia Lokietka Sala Rycerska por Rafał Kozubek (CC BY 2.0)
Manticore por ocean yamaha (CC BY 2.0)


Prosiguen su camino y llegan finalmente ante la antesala que conduce a la biblioteca que están buscando, pero antes de que puedan entrar en la misma hace su aparición una mantícora que les comunica que solo les dejará pasar si responden correctamente al acertijo que les vaya a plantear. El monstruo la expone... y por fortuna para ellos Hassba consigue responder de forma correcta (¡demonios!, tengo a unos jugadores realmente listos), por lo que la criatura se retira y consiguen penetrar en la biblioteca.

Imagen de la estantería creada por susannp4 (Pixabay / CC0)
Stamp from Tux Paint (GNU GPL)


La biblioteca es realmente espectacular por el gran número de libros que contiene, pero aún lo es más la crisálida de cristal que los personajes encuentran en el centro de la estancia, dicha crisálida guarda en su interior a una muchacha que pronto es liberada cuando Luna aprieta un resorte de la base del contenedor y Alanna la sostiene para que no caiga al suelo. Mientras la muchacha empieza a despertarse aparecen por sorpresa unos habitantes de la biblioteca un tanto desagradables, ya que una manada de 10 ratas gigantes y 2 arañas viudas negras de un tamaño un tanto exagerado, evidentemente molestas por la aparición de unos extraños, se disponen a atacar a los intrusos, pero estas alimañas no supusieron ni mucho menos un peligro para los personajes ya que Luna, usando una vez más sus misteriosos poderes acabó con las ratas de golpe y Alanna se encargó de ambas arañas con sendos golpes de espada (en este combate ni Hassba ni Belacqua estuvieron muy inspirados ya que ambos pifiaron sus tiradas y se golpearon mutuamente).

Wiblingen Monastic Library, Ulm por Zairon (CC BY-SA 3.0)


Una vez acabado este combate los personajes decidieron descansar y reabastecerse, momento en el que Hassba decidió recoger el veneno de las arañas consiguiendo reunir el suficiente para llenar un frasco de veneno, Luna reparó la ballesta de Hassba y Belacqua se dedicó a echar un vistazo a la biblioteca descubriendo algunos libros de magia que le interesaría leer.

¿Qué pasará en la próxima sesión?

Como se suele decir:

Continuará...


Los elementos gráficos que acompañan esta entrada y que no han sido acreditados están creados a partir de elementos de


Esta entrada también está disponible en los siguientes idiomas:
Català English

No hay comentarios:

Publicar un comentario