Es probable que algunos de mis lectores también esté a punto de iniciar sus aventuras en dicha campaña o que sea susceptibles de hacerlo, si este es el caso mejor que no siga adelante ya que corre el riesgo de leer spoilers tal y como dice River Song en la serie televisiva Doctor Who (aunque también es muy probable que la acción de la campaña varíe según las acciones de los personajes, el trasfondo que han pensado los jugadores y las ideas que se me ocurran).
Antes de empezar permitidme presentaros a los jugadores y a sus personajes:
Y una vez hechas las presentaciones es el momento de empezar esta saga:
Los personajes se han embarcado en el bajel Sombra Rauda, la nave insignia de la flota de Salmanasar que parte con las velas hinchadas y las banderas ondeando al viento, dispuesta a entrar en combate, cosa que pronto sucede... Y es en este momento cuando lo inesperado sucede y todo empeora...
Los personajes se despiertan rodeados de los cadáveres de sus compañeros y de los asaltantes de la nave (orcos y otras criaturas goblinoides), también pierden de manera aleatoria una parte de su equipo (sus listas de equipo tenían unas series numéricas que permitían decidir con las correspondientes tiradas de dados lo que perdian) y solo disponen de la mitad de sus puntos de vida como resultado de la explosión que ha sacudido la nave, además también descubren que en la bodega donde se encuentran se está inundando debido a diversas vías de agua, por lo que el barco se acabará hundiendo si no las tapan.
Tras su incómodo despertar empiezan a explorar el barco y pronto tropiezan con enemigos aún vivos a los que se tienen que enfrentar y a los que de momento consiguen vencer con mayor o menor fortuna, suerte de las pociones de curar heridas leves y graves que lograron encontrar registrando las camaretas de la tripulación y de algunos críticos bien puestos como los de Kai, que consiguió decapitar a uno de los orcos que dirigían a los goblins, ya que el hechizo de Fuego Imaginario de Morkhan no consiguió asustar a los seres verdes (aunque parezca increíble dado el caos debido a la explosión y la aparición de llamas consiguieron superar su tirada de moral).
Durante su exploración del barco también acabaron descubriendo a Brune, uno de los clérigos que se encargaba de curar a la tripulación (sí, fueron lo suficientemente listos para descubrir la trampa de aguja envenenada del pomo de la puerta de la camareta de Brune, pero es que realmente era fácil viendo los cadáveres de pieles verdes que había delante de la puerta sin ningún indicio que señalase una muerta violenta).
Gracias a Brune supieron de la trampilla secreta que les permitió subir a la cubierta superior y sorprender al osgo y su tropa de goblins que intentaban poner a punto las balistas que allí se encontraban; en ese momento también se produjo un hecho curioso y es que Heldenhammer, aprovechando las habilidades propias de su clase, había subido al barco disfrazado de mujer, y en ese momento decidió cambiar de aspecto e improvisar una máscara que le permitiera hacerse pasar por una criatura goblinoide aprovechando las sombras (algo que evidentemente el resto de jugadores no se esperaban pero que también ayudó a sorprender al osgo y su tropa).
Una vez limpiada la cubierta empezaron a registrar las cámaras que allí se encontraban y tuvieron un encontronazo con una manada de ratas gigantes y su “pastor”, un hobgoblin que fue rápidamente eliminado por Heldenhammer, aunque las ratas fueron bastante más problemáticas (esas tiradas...).
Después de acabar con las ratas decidieron averiguar donde se encontraba el barco y una mirada por una de las portillas abiertas de las balistas pronto les confirmó que se encontraban en medio del mar, sin tierra a la vista ni ningún otro barco en las proximidades, por lo que la cosa se estaba complicando... También decidieron investigar las balistas por si se podían usar para enfrentarse al resto de enemigos que previsiblemente aún podían estar ocupando la nave, pero teniendo en cuenta que son unas armas algo pesadas y que, tal y como se dieron cuenta Kai y Morkhan, las flechas que usan como proyectiles están cubiertas de cierto polvo (sí, el causante de la explosión con la que empieza la aventura) es mejor no jugar demasiado con las balistas no sea que se acabe hundiendo el barco, y ya que hablamos de jugar, Morkhan intentó construir un par de granadas poniendo el polvo dentro de los frascos de cristal que llevaba el grupo, pero sus tiradas de alquimia no fueron lo suficientemente buenas y acabó rompiendo los recipientes.
Ahora se están preparando para subir a la cubierta superior y la última que queda por explorar, ya saben que hay unos orcos examinado el funcionamiento de la catapulta que allí se encuentra y también saben que el mar se está empezando a embravecer.
¿Qué pasará en la próxima sesión?
Como se suele decir:
Continuará...
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Llevo tiempo intentando dirigir esta campaña pero soy incapaz de reunir al viejo grupo de amigos y retomar los dados. A ver que tal os va.
ResponderEliminarPor cierto, ¿qué tiempo os toma cada sesión de juego?
Espero que nos vaya bien, en cuanto al tiempo por sesión solemos dedicarle unas 4 o 5 horas, todo depende de la disponibilidad de los miembros del grupo.
EliminarGenial la entrada. Seguiré de cerca las andanzas del grupo. Siempre es interesante ver el camino que tomarán o como afrontan los retos de la campaña. Estaré atento.
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