Hace unos pocos días descubrí el mecenazgo de un proyecto científico y tecnológico sumamente interesante. Se trata de la campaña para obtener el capital necesario para finalizar el proyecto Ictineu 3 llevado a cabo por Ictineu Submarins, que consiste en un submarino tripulado, el noveno de su clase en cuanto a la profundidad que podrá alcanzar al sumergirse (1.200 metros) y que supondrá una revolución mundial debido a las tecnologías usadas (desarrolladas por completo en Cataluña y el estado español) y cuyo uso civil y científico se prevé de gran importancia una vez construido.
El nombre del submarino, Ictineu, que surge de combinar las palabras del griego antiguo ichtus (pez) y naus (barco), es un eco del pasado que nos hace retroceder en el tiempo hasta 1859...
Escena de Monturiol, el senyor del mar, de Francesc Bellmunt.